El cambio...todo el mundo lo tememos y no sabemos cómo gestionarnos ante ello. Más si es un cambio que nos produce un impacto profundo, una pérdida del tipo que sea, si forma parte del proceso irreversible del envejecimiento, la enfermedad o la muerte.
Como decimos en Mindfulness, cada respiración es como el ciclo de una pequeña vida, nace y muere y en medio, es el discurrir de la vida: nacimiento, tránsito y muerte, momento a momento. A un chasquido de dedos, todo cambia segundo a segundo, cada respiración no es como la anterior ni será como la siguiente, cada respiración es única y a la vez forma parte de un proceso continuo.