Buscar el equilibrio no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Requiere de mucha paciencia, disciplina, respeto y amor con uno mismo y con los demás. Cada día uno se da una oportunidad para ser mejor que el día anterior e intentar hacer todo lo que pueda ser hecho en ese dia de la mejor forma posible, es por ello que las actitudes, los buenos hábitos, las disposiciones juegan un papel fundamental a la hora de ayudarnos en esto.
Algunas actitudes que pueden ayudar (desarrolladas a partir de un breve documento sobre filosofía Tao o Dō):
- Nunca hagamos promesas que no podemos cumplir.
- Intentar reducir de nuestro vocabulario palabras negativas.
- Hablemos cuando sea necesario, pensando lo que vamos a decir, mejor de una forma breve y concisa.
- Aprendamos a identificarnos con aquello que deseamos, no con el contrario (si nos identificamos con el éxito, tendremos éxito; si con el fracaso, fracaso).
- Siendo humildes, menos prisioneros nos volvemos de nuestra propia imagen, sin vivir en un mundo de tensión y de ilusiones, que siendo prepotentes y considerándonos superiores.
- Seamos discretos preservando nuestra vida íntima, liberándonos de opiniones de otros que no aportan para crecer y mejorar sino lo contrario.
- Más que competir con los demás, aprendamos el sentido de ayudar a los demás, pues el primero depende del ego exclusivamente.
- Tengamos confianza en nosotros mismos, evitando entrar en la provocación y trampas de otros.
- No nos comprometamos a algo que implica responsabilidad rápidamente, analicemos antes el nivel de implicación y compromiso. Tomemos el tiempo que necesitemos para considerarlo y decidir, asumiendo las consecuencias.
- Si decidiendo nos equivocamos, reconozcámoslo y aceptémoslo. Todo es parte de nuestra experiencia y sabiduría en la vida.
- Si algo no sabemos o no tenemos respuesta a una pregunta, reconozcámoslo y aceptémoslo. El tener siempre la razón es cuestión del ego.
- Evitemos juzgar y criticar. Seamos imparciales y respetuosos. Practiquemos la compasión y la empatía con los demás. Criticar a alguien no es más que expresar nuestra opinión personal y subjetiva y peor aún si no está ese alguien presente para defenderse.
- Cada vez que nos descubramos criticando o juzgando, recordemos que lo que nos molesta de otros, es una proyección de lo inconcluso todavía en nosotros. Cada uno tiene que superar su propio aprendizaje, concentrar su energía en sí mismo y soltar en los demás, dejando que cada cuál resuelva su propio aprendizaje a su manera y simplemente apoyándolo, si tenemos la oportunidad, en el camino. No podemos vivir la vida de otros, no podemos vivir aprendizajes ni experiencias de otros. Cada uno, tiene la suya.
- Silencio interno. Callemos el ego, que quiere hablar siempre y tomar razón de todo.Cuando el ego está tranquilo y en silencio, nos permite sacar la verdadera naturaleza que llevamos dentro, la luz de nuestro corazón, encontrando un remanso de paz y equilibrio en el más puro caos externo.
- Observemos cuando tenemos la necesidad de defendernos ante otros. Esto es porque realmente le damos más importancia a sus opiniones que a las nuestras, dando más fuerza aún a su agresión.
(Cuántas veces nos vemos intentando convencer a otros, defendiendo lo que hemos dicho, incluso intentando que esa persona o aquélla se pongan de nuestra parte, sean nuestros amigos, nos apoyen.. La libertad entendida como total respeto es lo más difícil, pues implica que no nos distorsionan las opiniones de otros, ni las actitudes y comportamientos de otros, para ser felices. No es que no se haga caso a nadie, se trata de tomar lo bueno, lo que nos ayuda a mejorar, a crecer, y no tomar lo malo, no implicarnos con ello. Esto parece asociado al egoísmo, pero no es parte del ego, es parte de nuestro propio bienestar y equilibrio y curiosamente en ese estado es cuando más podemos ofrecer a otros respeto, comprensión, compasión, empatía, amor.)
Para concluir, literalmente cito esto:
"Quédate en silencio, cultiva tu propio ser interno. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen capacidad de ser"
domingo
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Que sabias palabras, me gusta mucho tu blog me aporta crecimiento personal.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir.
Muchas gracias a ti Anonimo por compartir también. Un placer.
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