Felices, conscientes, respetuosas, agradecidas y amorosas fiestas

Es necesario ver el Todo completo, con las partes negativas y las partes positivas, si no, creamos ilusiones y, tanto lo mucho que admiramos como lo mucho que negamos, nos engancha y nos hace perder la perspectiva, el equilibrio del Todo completo. Situación política, religiosa, económica, cultural .... Engancharse a aquello que más fuerza ejerce sobre nosotros como un centro gravitatorio y perder de vista las cualidades que necesitamos para tomar la perspectiva y ver cualquier persona, situación, hecho o cosa, sin la ilusión que generamos sobre ello, sino desde el Todo completo, lo que suma y lo que resta, es la única manera de verlo en equilibrio, de aceptarlo tal como es, con amor.
Es así que en estas fechas nació un gran Maestro principalmente para los cristianos y respetar las costumbres culturales y religiosas también es una manera de ver un Todo completo sin perdernos en las propias ilusiones que sólo se quedan con la parte que nos atrae con más fuerza, sólo con lo que nos gusta o lo que nos disgusta, sin darnos cuenta que eso es precisamente lo que nos hace perder el equilibrio. Y, con la globalización, nos estamos abriendo también a conocer otras costumbres, religiones, filosofías, tradiciones.… Algunas de ellas que celebran también sus tradiciones por estas fechas y otras que reconocen la bondad de las enseñanzas de los distintos Maestros, aunque no formen parte de su religión o filosofía. Cada uno celebra a su modo, en un momento del año, como parte de historia, tradición y cultura, que algunos desean seguir manteniendo y que otros deciden no seguir. Confiar en que cada uno toma el camino de vida y el proceso que quiere transitar, elige las creencias que quiere mantener, y más lícito, para mí, si con ello no genera ningún sufrimiento de forma consciente a otros Seres, lo cual es difícil pues la ignorancia genera mucho sufrimiento de forma inconsciente. (Al escribir este artículo, no sólo puedo desagradar a alguien con lo que escribo sino que también puedo escribir algo incorrecto a los ojos de otro, y todo ello desde la ignorancia, de una forma no consciente de querer hacerlo, y desde mi propia realidad, experiencias, conocimientos, creencias, ilusiones, expectativas..mi mochila y mis gafas de ver). Porque al final no se trata de tener razón en lo que es nuestra ilusión y ha generado nuestras expectativas y creencias, sino en ser capaces de ver que tantos seres humanos como somos, tantos con nuestras propias ideas, creencias, ilusiones y expectativas igualmente. Y en cada uno de ellos nos reflejamos, cada uno nos enseña aquello que nos gusta y aquello que nos disgusta, principalmente de nosotros. Cuanto más radical nos mostramos con alguien o algo, más significa que ello nos afecta, nos refleja, nos enseña una parte de nosotros que no reconocemos, que no queremos ver, una sombra. Y esto, lejos de parecer que sea lo peor que nos pueda pasar, es de agradecer por el regalo que conlleva, por el crecimiento que nos ofrece como posibilidad. Cuando llego a observar y reconocer, llego a comprender, Cuando llego a comprender, llego a respetar, Cuando llego a aceptar, llego al equilibrio, Cuando llego a respetar, llego a aceptar, y cuando llego al equilibrio, llego al Amor, porque ya no me centro sólo en mis ilusiones y expectativas sobre alguien o algo, sino que abro mi perspectiva a un Todo completo, viendo lo negativo, viendo lo positivo, viendo el reflejo que me muestra de mí, en lo que más me irrita y en lo que más admiro, y agradeciendo el poder tener ese espejo como enseñanza y práctica. Estas fiestas es una gran práctica de Amor, entendiendo como equilibrio, porque nos encontramos con ideas similares y con ideas contrarias a las nuestras y, con cada persona y con cada situación, invito a observar y reconocer el Todo completo, viendo con cada lista de características positivas que pueda atribuir, una lista de las negativas, y a la inversa, y reconocernos en ello igualmente, lo que inicia el proceso desde la observación hasta el Amor. Un día de Navidad. Nuria Gomar.