martes

Cortarse el pelo






Bien, en mi modesta, humilde y aún ignorante opinión, el pelo "rapado" puede ayudar sobre todo a una mujer, sean como sean las circunstancias que le rodean, a (si así lo siente):


- SONREÍR MÁS.- Al ser la cara lo único que se ve ahora, necesitamos aprender a sonreír si queremos dulcificar la expresión.


- ENCONTRARSE cara a cara frente al espejo CADA DÍA. Vernos en la cara, el rostro despejado cada día.



- CONOCER MÁS Y MEJOR NUESTRO CUERPO y en especial cómo es nuestro pelo, cómo crece, qué aspecto luce, qué color tiene, cómo es su forma, su grosor... como si fuéramos un árbol pendiente de cómo crecen nuestras hojas.
Según algunas culturas, se rapaba el pelo para combatir el calor y mantener la higiene.
También es un signo de moda en algunas tendencias y en otras, incluso un símbolo de rebeldía.
Otras ocasiones, ha sido usado este acto como signo de violencia y tortura. En muchas ocasiones ha sido un acto totalmente impuesto e involuntario como una especie de castigo.También está asociado con la sexualidad. También está asociado a problemas de salud.
Para otras culturas, cada uno de nuestros cabellos nos representa y nos identifica. Es la manifestación física de nuestros pensamientos y de nosotros mismos. El cuidado del cabello se consideraba tan importante como la atención a la salud física y espiritual, ya que son puntos de conexión fuertes con nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra energía. Similar al crecimiento de la hierba y raíces en nuestra madre tierra, tan usadas para sanación y rituales ancestrales.
Para otras culturas, raparse la cabeza es signo de desprendimiento o desapego de vanidad personal y de lo mundano. Al final es tomar consciencia de lo que realmente es importante y de lo que uno realmente se hace consciente de lo que "necesita" y "no necesita" además de un trabajo con el ego por supuesto.
También en algunas culturas, ha habido/hay connotaciones religiosas sobre este acto.





Y comentar también con el símil del ÁRBOL: la poda se realiza con varios fines: eliminar la vegetación sobrante, quitar las ramas dañadas, cortar el gajo enfermo o mal situado, dar una forma decorativa, facilitar su crecimiento, aumentar sus frutos y/o mejorar la calidad de la madera, entre otras cosas.
De todas formas, RECORDEMOS QUE ES EL TRONCO del árbol EL QUE SIRVE DE SOPORTE A LA COPA (ramas y hojas) y no al revés.




- Aprender a SACARSE PARTIDO y/o maquillarse. ¿Necesitamos de pelo para mostrar belleza? Podemos sentir ir naturales, de cara lavada, o curiosear sobre la forma de nuestra cara, nuestra cabeza, nuestras facciones y aprender a realzarlas simple y/o naturalmente.


- Sentir más FORTALEZA, más PODER. Abrirse a descubrir también en este sentido la naturaleza del cuerpo y la naturaleza de la mente.


- Vuelta a la BELLEZA más pura, más natural, más simple de la cara, tal como es en su forma, cabeza, rostro, orejas, cuello, nuca... y OBSERVARNOS EN esas PARTES quizá por mucho tiempo tapadas.


- SENTIR la cabeza, Respirar a través de la piel de la cabellera también. La podemos tocar mejor y sentir que es muy suave. Podemos sentir mejor el aire por esas zonas y es una sensación nueva para observar algunos de los sentidos desde/en la cabeza.(el agua de la ducha, la brisa, el sol, la humedad, el sudor, la superficie donde apoyamos la cabeza, la piel suave, los masajes.... todo un mundo de nuevas sensaciones de verdad)


- Representa un CAMBIO INTERNO y SECRETO. El pelo está conectado con nuestros pensamientos y nuestras emociones por supuesto, como ya hemos comentado. Todo lo que se manifiesta viene de un movimiento interno y secreto, entendiendo desde nuestra esencia en cuerpo y desde la mente. En todo caso, cualquier cambio que respete nuestra naturaleza.


- DESCANSO DE PRODUCTOS para el pelo, de permanentes, incluso de tintes, si se decide no tintar, de secadores, de fijadores, lacas, espumas, geles..... y AHORRO en este aspecto.


- En muchos casos, REJUVENECE.


- Observar nuestra BELLEZA más allá de nuestro pelo. Conocer nuestros rasgos bien y vernos bellas a través de nuestros ojos, en nuestra mirada y expresión de la cara... para no olvidar cuando nos vuelva a crecer pelo. RE-CONOCIMIENTO.


- Resalta el cuello. Tenemos orejas. Tenemos piel debajo del pelo. APRENDEMOS A CUIDAR también ESAS ZONAS QUE con pelo NO SOLEMOS VER.


- DARNOS UN MASAJE a nuestro cuero cabelludo más consciente y más intensamente.


- Y recordemos que tenemos el PODER DENTRO de nosotr@s para ELEGIR CÓMO SENTIRNOS y QUÉ ACTITUD tomar en cualquier momento, en cualquier situación o realidad manifiesta. Está en nuestro poder elegir qué hacer con nuestro tiempo, cómo administrar nuestra energía, dónde poner nuestra atención. Depende de nosotr@s elegir cómo queremos vivir nuestra vida, sea la que sea, y dar los pasos que dependan de nosotr@s para realizarnos.


Y por último, tanto si es algo que decidimos como si es por obligación/necesidad, yo aconsejo hacerlo por fases. Buscar a un/a profesional o un/a acompañante paciente que corte poco a poco y tanteando y acompañando siempre nuestras emociones... Igual si decidimos hacerlo por nosotras mismas.... Si así lo sientes y te apetece, que te maquilles o te maquillen mientras y te enseñen a sacar todo tu partido aprovechando la experiencia... Luego, que sigan cortando ya hasta la fase de la máquina... luego que rapen poco a poco... si es necesario en varios días y con el mismo proceso... que vayas sacando partido de tu cara despejada y te ayuden a hacerlo y aprender a verte bonito/a... De esta forma, de tener ya poco pelo al rapado total supongo no hay un paso tan grande ya.. no lo sé. Pero siento que mejor hacer el proceso por fases, no de golpe y porrazo. Pero esto por supuesto es mi experiencia y mi sentir y sólo lo comparto.



También en mi experiencia, cualquier acción que hagamos, cualquier experiencia que queramos pasar, es bueno darle un SENTIDO y un SIGNIFICADO íntimo, personal, interno, secreto... por lo que la acción se enfoca de dentro afuera y no de fuera hacia dentro. La hacemos sagrada también si ponemos la intención desde el corazón, si hay una escucha atenta a nuestra intuición, si ofrecemos un sentir agradecido con cualquier experiencia, sobre todo en actos que impliquen dejar ir, soltar, desapegarse o desprenderse de algo, reconocerlo y darle su lugar, su tiempo, su sentido de permanencia en su día y transformar un proceso no para "quitar" algo sino para "dar espacio", renovar, transmutar, transformar, re-generar, crecer, respetar y permitir que siga cambiando en su propia forma y en su propia naturaleza.
Y desde esta conexión con nuestro espacio más profundo, conectando con nuestro corazón, escuchando nuestra intuición, el miedo a transitar una experiencia se disuelve, porque damos más peso a nuestro significado y sentido interno que al miedo en sí.





Un día de cambio consciente.
Nuria Gomar.

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