Primero de todo, tengo que decir que debemos y necesitamos encontrar la felicidad dentro de nosotros mismos y nuestro propósito en el exterior, porque la forma de materializarse nuestra propia felicidad es en nuestro entorno, en nuestras metas, en nuestros comportamientos.
Cuando llegas a un estado de paz y felicidad interna, tratarás bien a los demás, sencillamente no harás a nadie lo que no quieres que te hagan a ti.
¿Qué podemos hacer entonces para "intentar" llegar a esto? Aquí te propongo algunas cosas sencillas:
- Haz Ejercicio / Meditación. Es muy importante conectar con todo lo que somos, a nivel físico-corporal y a nivel emocional-espiritual. Hay miles de audios en internet para descargar, sólo hay que dedicar un tiempo en buscar el adecuado para nosotros (aquél que nos hará sentir bien, con el que nos sintamos a gusto). Así también el ejercicio físico será el que consideremos más adecuado para nosotros en cada momento.
- Conecta con tu niño interior. Busca siempre un momento en las meditaciones para trabajar la conexión con nuestro niño interior y extenderlo a nuestro entorno cada vez de una forma más natural. Ser conscientes de tratarnos bien, mimarnos, perdonarnos, cuidar a ese niño y hacer que vuelva su felicidad, su pasión, su curiosidad, su belleza.
- Conectar con recuerdos felices, sensaciones, emociones placenteras. Esto ayuda mucho ante una situación que no nos gusta, en la que no podemos hacer nada para cambiarla en ese momento (aunque recuerda que todo sucede según nuestra percepción y responsabilidad). Puedes buscar un punto externo de tu cuerpo para ello con el que te sientas bien y tengas buenas sensaciones y energía. Puedes tocarlo para mandar una señal a tu subconsciente para que te ayude a recrear en ese momento una escena, una sensación placentera y por un momento te absorba de la realidad que tienes en tu entorno (En otros artículos esto lo llamo yo "efecto matrix").
- Fijate una meta / objetivo superable cada mes. Y fíjate que lo ideal sería algún punto de mejora sobre ti mismo/a, porque cambiando tu percepción, mejorando tu yo personal, tu realidad automáticamente cambia. Y esto es más fácil porque poner una meta sobre uno mismo, que dependa 100% de uno mismo, es alcanzable; en cambio, poner una meta que dependa en parte de las circunstancias, en voluble. Haz un seguimiento diario a la vez que agradece, aunque no tengas el resultado esperado, agradece el trabajo que estás haciendo. Y sigue intentando hasta conseguir esa mejora, que al fin y al cabo, es un sentimiento de bienestar y volvemos a que logra una mayor paz interior, si es que queremos hacerlo, porque muchas veces nos bloqueamos en el proceso y sacamos las creencias limitantes internas. Sé compasivo/a y determinado/a, ten paciencia y céntrate en el bien que ello te reporta (y que reportará a tu realidad, a tu entorno) disfrutando del camino hacia el objetivo.
- No esperes la solución que tú quieres que sea sino que estés abierto/a a las distintas soluciones que te pueden llegar. No te limites a una sola solución que suele surgir de la duda, del miedo, de las creencias limitantes... Ábrete para que puedan llegarte sorprendentes y distintas soluciones, las más adecuadas en ese tu momento, tu realidad. Cuando hablo de pedir un deseo y de cómo hacerlo hago mucho hincapié en esto. No pidas la solución. Resuelve tu problema interno, sana la herida, pide perdón, agradece que se te presente para aprender, para crecer, limpia lo que hay en ti para haberse dado esa situación. Punto. No pienses en una resolución concreta, déjate sorprender, confía en ti y en la energía positiva que te envuelve, en paz y en calma, tú sabrás lo que hacer cuando llegue el momento.
- Gratitud. Aunque tu vida sea un desastre en este momento, agradece. Si está así es porque necesitas aprender algo, es porque necesitas sanar algo de ti. Agradece que venga el problema para poderte dar infinitas soluciones de mejora y crecimiento. Agradece poder dar un paso más en tu desarrollo.
- Sonreír y reír. Busca un momento del día para encontrar un motivo por el que reír. Esa conexión con un recuerdo agradable, escuchar tu música favorita, ver ese momento de una de tus películas favoritas en el que sabes que te partes de risa, observar el pájaro, observar el niño, observar la hormiga, el cielo, cualquier indicación a tu alrededor en ese momento que pueda hacerte sonreír al menos 1 vez al día. Al menos.
- Valora pequeñas cosas cada día.Puedes valorar justo aquello que te ha hecho sonreír, pero también ir más allá y hacer un balance de lo que te ha sucedido hoy en tu realidad que te haya hecho sentir bien. Lo malo, acumúlalo en el sitio que tienes para tu "basura" para después, con meditación y ejercicio, poder limpiarlo. No lo lleves para sabotear tu terreno de bienestar. Crea un jardín maravilloso día a día con pequeñas cosas buenas y ya te digo, deja la basura para otro sector, no la metas en ese jardín. Contruye un jardín hermoso para ti, para tu niño, dale un lugar hermoso donde jugar.
- Invierte dinero en experiencias sensoriales / emocionales más que en cosas materiales. Haz algo diferente / novedoso al menos 1 vez al mes. No estoy en contra de invertir dinero en un cuadro por ejemplo si eso te hace sentir bien cada vez que lo veas, si ese cuadro va a ser un referente diario de bienestar para tu realidad, pero hablo además de cosas para hacer que te vayan a dejar huella. Hablo de llenarnos de experiencias y emociones placenteras, hermosas, para nosotros, que vayan ocupando cada vez más tiempo de nuestra realidad. De esa forma, volviendo al jardín y a los buenos recuerdos, vas a seguir alimentándote de esto porque cuantas más experiencias positivas obtengas, más recuerdos hermosos acumularás y menos espacio dejarás a tu "basura".
Esto es todo lo que necesitaba escribir hoy. Gracias por compartir estos momentos conmigo. Te quiero.
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