No esperamos, no tenemos tiempo de tener paciencia, el reloj que nos adueña avanza deprisa y al final nos hemos acostumbrado a avanzar incluso más rápido que él.
¿Qué es la paciencia?.- Observemos que en la naturaleza todo necesita su tiempo y su tiempo no viene dado por el nuestro sino que es algo natural, innato, biológico. La llegada de las estaciones requieren su tiempo, la siembra y la recogida requiere tiempo, la noche y el día, la hibernación, la lluvia... todo sigue un proceso a un ritmo natural de las cosas.
Nosotros queremos una satisfacción inmediata, unos resultados inmediatos y nos cuesta esperar incluso en las colas. Realmente, si lo pensamos, de nada nos sirve enfadarnos, ya que llegaremos al destino cuando lleguemos.
Recientemente con el incidente del volcán que erupcionó en Islandia, la gente se desesperó pues no podían coger vuelos ni ir ni venir. Parece que la naturaleza pudo desordenar el tiempo marcado por el ser humano. Y eso, claro, nos hizo a su vez erupcionar a nosotros, estallar en malestar, ¡qué ironía!
Esto nos hace ver que los acontecimientos siguen su curso si lo tienen que seguir, ajenos a nosotros, estemos o no de acuerdo, aunque creamos que debemos actuar siempre, ser -más- rápidos, resolutivos y eficientes con nuestros objetivos, muchas veces estos conceptos no sirven en el orden natural de las cosas.
Las soluciones que esperamos no siempre nos vendrán dadas en el tiempo que marcamos y más si no dependen de nosotros, y ya podemos resistirnos, malgastando nuestras energías en ello, que las cosas son como son y sólo cabe aceptarlas y fluir con ellas a ver dónde derivan y sobre todo qué nos enseñan.
Traslademos eso a nosotros mismos. Es bueno fijarnos nuestras metas y objetivos en un horizonte temporal, pero seamos también razonables con lo que exigimos y aprendamos a esperar el mejor o el más adecuado momento para nosotros.
La impaciencia nos hace resistirnos a aprender, la exigencia no nos permite cometer errores.
¿Cómo podemos aprender algo sin que se dé un proceso de aprendizaje antes?¿Cómo podemos encontrar la solución más adecuada a cada momento si no tenemos tiempo a pararnos a pensar en ello sin precipitarnos?
Si es posible que padezcas de perfeccionismo, es que no te das ni una oportunidad para aprender y posiblemente no tengas paciencia para ello, ya que si algo no te parece que lo haces bien de inmediato, lo desecharás, perdiendo la oportunidad de "masticarlo".- Hay personas que "tragan" sin masticar, comen rápido, o ni siquiera tienen tiempo ni para comer.. ¿nos damos cuenta de esto?
No nacemos enseñados. Todo lo que queramos y necesitemos aprender bien, requerirá un tiempo de conocimiento, adaptación e integración en nosotros mismos. Es imposible saltarnos estos pasos. Es importante no hacerlo. Amor y paciencia es todo lo que necesitamos para ello.
Aprendamos con paciencia, estemos dispuestos a utilizar nuestros errores y equivocaciones como enseñanzas, demos un curso natural a las cosas y no exijamos tanto el tiempo por el que hemos llegado a medir todo, cambiemos la forma de medir nuestro propio tiempo en nuestro propio aprendizaje y proceso de vida.
¿Podremos ser capaces de intentarlo? Estoy segura que sí, con esfuerzo, con aprendizaje, con tiempo, con amor y con paciencia.
Te propongo varias opciones:
1.- Practica el "minuto matrix". De verdad, ¡funciona!.. Cuando detectes que eres impaciente o demasiado impulsivo con algo, detente y detenlo todo a tu alrededor por un minuto, respira hondo y vuelve a empezar.
2.- "La más larga caminata comienza con un paso" Proverbio hindú.- Cuando mejoras un poco cada día, al final, llegas a tus objetivos, pero no de la noche a la mañana. Da pequeños pasos para lograr una mejora continua. Ponte pequeñas acciones día a dia que no supongan un gran esfuerzo, porque si no, no estarás motivado-a para hacerlas. Ten en mente tu meta y objetivos cuando las hagas y hará que des lo mejor de ti cada día en algo pequeño que va edificando algo grande.
3.- Aprende a descubrir y resolver los problemas pequeños en lugar de esperar un gran problema. Si detectas algo que no va bien al principio, cuando es apenas insignificante, y lo remedias, luego no se acumula. Si nos enfrentamos a una dificultad cuando todavía es pequeña y fácil, evitaremos que llegue a hacerse grande y difícil.
4.- Conforme vayas logrando superar la barrera del tiempo y tomar cada proceso de forma natural, date pequeños premios de tiempo también.- Concédete un tiempo para ti, para hacer lo que te gusta, lo que más te apasiona o quizá para empezar a averiguarlo. Coge pequeñas parcelas de tu tiempo, 5 minutos, para ello y ve aumentando a medida que tu interior te lo pida.
Si quieres, puedes tomar contacto conmigo y lo comentamos.
compartiendocambios@gmail.com
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