Cuando yo decido responsabilizarme de mi vida en el presente y cerrar etapas del pasado, es cuando me encuentro en lo más duro del camino.
Porque ya no hay excusas para culpar a los demás o a las circunstancias por lo que soy o siento, yo elijo ser una victima o no de mis circunstancias.
Yo decido sentirme aquí y ahora, ya no hay culpas de un pasado que fue o preocupaciones de un futuro que está por llegar. Ya no hay utilizaciones externas para excusarme de cómo me siento y hacer que los demás me compadezcan, buscando aliados, que me den la razón para hacer esa culpa más fuerte y eximirme de toda responsabilidad.
Eché la culpa a mis padres, a la sociedad, a los demás, a la educación, a la religión, a la vida misma..de cómo era yo.. Y mientras hacía esto, evitaba responsabilizarme. Porque uno pone sus propios límites de su propia vida. Elige cómo se siente y qué le afecta.
Esto es duro y requiere re-programación. Yo estoy necesitando mucho tiempo para:
- primero, darme cuenta de ello, comprenderlo, aceptarlo y después soltarlo, porque cuando decido llevar el timón, no puedo seguir amarrada en el fondeadero para siempre tiene que levar anclas y seguir el curso de su vida y,
- segundo, empezar a tomar responsabilidad de ello, haciendo uso de mi libertad y del respeto de la libertad de los demás.
Hay que soltar, hay que dejarse fluir, dejar de culpar, dejar de lamentarse, dejar lo que fue y ya no será, dejar los recuerdos que duelen, dejar al niño y al adolescente, y tomar consciencia de quién eres HOY, EN ESTE INSTANTE.
Es un aprendizaje: si no puedo cambiar mis circunstancias, tengo que aprender a adaptarme a ellas, hasta que pueda cambiarlas, si decido hacer algo, tengo que aprender a responsabilizarme del resultado y aprender a ganar y aprender a perder, tengo que concederme la experiencia vivida, porque no hay nadie que puede vivirla por mí, y eso no implica lamentarme, ni rodearme de un halo de victimismo para atraer la parte compasiva de los demás....
¿Quién tiene el poder de cómo me siento ahora?
No es cierto cuando digo "Esa persona me irrita", cedo el poder a la otra persona para manejarme en mi sentimiento de irritabilidad. No me estoy responsabilizando de lo que siento pues.
Qué diferente suena "Cuando esa persona hace tal cosa, yo me irrito"..Yo decido irritarme..o no..con lo que hace esa persona, pero el poder está en mí.
Haz lo que creas que debas hacer en cada momento, siente lo que creas que debas sentir a cada momento, cada momento, como tú y como yo, es único, y siempre puedes decidir qué hacer en él.
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