Gracias 2016

GRACIAS al año que se va, GRACIAS a tod@s l@s que habéis formado parte de él, GRACIAS por lo aprendido, GRACIAS por lo enseñado, GRACIAS por lo compartido, GRACIAS querida Familia, amig@s, acompañantes, maestr@s, herman@s, compañer@s, a tod@s l@s que han confiado en mí, a tod@s l@s que han colaborado y cooperado de diversas formas, a tod@s l@s que me han ayudado y apoyado incondicionalmente, a tod@s l@s que han estado de todas las maneras en mi proceso.
GRACIAS Naturaleza, GRACIAS Vida por este gran regalo un año más!

Soltar el año en gratitud consciente, genuina y verdadera, por TODO lo acontecido, sin discriminarlo de bueno o malo.
Ser agradecid@ ayuda a un estado de paz, serenidad, mente clara, bienestar y corazón abierto.
Y desde esta actitud, ponerse a disposición del nuevo año, en cada nuevo día, con un propósito claro: Ser mejor que el anterior, hacia la excelencia, no el perfeccionamiento, desde el Amor y la bondad, no la exigencia, con disciplina y compromiso, no la pereza y evasión, en cooperativismo, no competitividad, desde la sabiduría, no la inconsciencia.

¡FELIZ NUEVO AÑO colmado de Calma, Claridad, Amor, Bienestar y Bendiciones para tod@s!

Y, como siempre, muy agradecida y este día todavía más! <3 span="">

¡¡¡GRACIAS!!!!!! <3 span="">

Muerte

No creamos que por estar de espaldas a la muerte, no nos hará un día mirarla cara a cara.

Inevitablemente suceden hechos cercanos a la muerte a nuestro alrededor, que nos recuerdan nuestro ciclo vital.

Y nos preguntamos cómo podemos estar preparados para ello.

Pereza vs disciplina bondadosa

Normalmente, no nos consideramos “perezosos” pero...siempre que surge en nuestra vida un reto para cambiar aquello que tenemos como hábito instaurado en piloto automático; cuando la vida nos hace un alto en el camino y nos invita a quitar ese automatismo y tomar consciencia de lo que hacemos, desde dónde y para qué lo hacemos; cuando nos damos cuenta que, al margen de los términos de “bueno” y “malo”, siento realmente que algo ya no me está funcionando para gestionar mejor mi vida; y cuando intuyo qué podría hacer para mejorar mi vida pero eso incluye dejar ese dedo acusador hacia fuera, dejar de quejarme y tomar la responsabilidad, incluye una disciplina, una práctica constante de atención..... entonces aparece la pereza... o bien.. la tendencia a postergar aquello que considero importante cambiar pero que requiere un esfuerzo, compromiso y responsabilidad de mi parte.

Constante cambio.

El cambio...todo el mundo lo tememos y no sabemos cómo gestionarnos ante ello. Más si es un cambio que nos produce un impacto profundo, una pérdida del tipo que sea, si forma parte del proceso irreversible del envejecimiento, la enfermedad o la muerte.

Como decimos en Mindfulness, cada respiración es como el ciclo de una pequeña vida, nace y muere y en medio, es el discurrir de la vida: nacimiento, tránsito y muerte, momento a momento. A un chasquido de dedos, todo cambia segundo a segundo, cada respiración no es como la anterior ni será como la siguiente, cada respiración es única y a la vez forma parte de un proceso continuo.

Acompañar en atención plena.

“Veo tus alas,

veo tu potencial, veo tus recursos y tu sabiduría, confío en que sabes volar y lo haces muy bien con tu propio ritmo y belleza. Te honro, te respeto, te admiro y me reconozco en ti. Te acompaño. ¡Volemos juntos!”

La danza de la respiración

Hace ya un tiempo que para mí la respiración se ha convertido en una maravillosa danza. Me dí cuenta de ello en el momento en que dejé fluir mi respiración, dejándola ser de forma natural sin marcar las pautas de contraer y expandir el abdomen con la inspiración o con la expiración, como lo estuve haciendo por una temporada con el juicio, concepto o etiqueta de estar haciéndolo bien o mal.